Permítete ser fuerte...y débil a la vez
Hola readers, ¿como están? Quisiera platicarles algo que justo me esta ocurriendo ahora mismo.
A lo largo de estas ultimas semanas he conocido a algunas personas y he estado tratando mas a otras que ya conocía con anterioridad. Y he sido yo misma: he reído, hecho bromas, escuchado sus problemas, aconsejando, dando mis puntos de vista, acompañado, confesado algunas cosas, etcétera.
Al cabo de algún tiempo cada una de estas personas me ha hecho saber la opinión que tienen sobre mi: que si soy de mente abierta, buena escuchando, tierna, buena en lo que hago, buena hermana y buena amiga, estudiante dedicada, buena maestra, fuerte, valiente, madura, etc etc etc etc...
¿Y saben que? No siento que lo merezca...Es por eso que hace rato he tenido que confesar mi mirada caía perdida a la nada, mis manos se movían inquietas sobre mi regazo y mis ojos lucían empañados de una extraña desesperación; una parte de mi- la mas razonable y ecuánime parte de mi misma- se ha estado dando de topes tratando de la otra parte de mi, la que me atormenta, me deje ver con claridad las cosas, sabiendo lo mucho que me he esforzado en cambiar a bien mi vida, haciéndome mas fuerte, mas dedicada, mas abierta, mas libre. Libre del miedo al fracaso, libre de la cobardía, libre de mis errores, libre de las inseguridades, libre de las culpas, libre del miedo al rechazo. Y se que me he tardado y se que me ha costado, pero también se que he hecho todo lo que he podido por mejorar. Y se también que esta es una lucha diaria. Una lucha sin tregua donde si pierdo mi determinación y voluntad, si aparece una flaqueza o si se cuela una inseguridad demasiado hondo, le estaré cediendo terreno a un pasado que me esfuerzo por no repetir.
¿Se imaginan lo fenomenal que seria no tener dudas? ¿No tener culpa? ¿No tener miedo? Pero lamentablemente, todos los tenemos...y lo que nos define como personas no es cuanto de ello tengamos, sino como lo enfrentemos.
Y se vale sentir miedo, porque nos demuestra que somos personas sensibles: lo que tememos es también lo que nos vuelve valientes; se vale dudar, si esto nos permite meditar nuestro siguiente paso, si hace que discernamos entre lo que esta bien y lo que esta mal; se vale llorar, mientras que las lagrimas nos limpien y se lleven lo que nos hace daño.
A lo largo de estas ultimas semanas he conocido a algunas personas y he estado tratando mas a otras que ya conocía con anterioridad. Y he sido yo misma: he reído, hecho bromas, escuchado sus problemas, aconsejando, dando mis puntos de vista, acompañado, confesado algunas cosas, etcétera.
Al cabo de algún tiempo cada una de estas personas me ha hecho saber la opinión que tienen sobre mi: que si soy de mente abierta, buena escuchando, tierna, buena en lo que hago, buena hermana y buena amiga, estudiante dedicada, buena maestra, fuerte, valiente, madura, etc etc etc etc...
¿Y saben que? No siento que lo merezca...Es por eso que hace rato he tenido que confesar mi mirada caía perdida a la nada, mis manos se movían inquietas sobre mi regazo y mis ojos lucían empañados de una extraña desesperación; una parte de mi- la mas razonable y ecuánime parte de mi misma- se ha estado dando de topes tratando de la otra parte de mi, la que me atormenta, me deje ver con claridad las cosas, sabiendo lo mucho que me he esforzado en cambiar a bien mi vida, haciéndome mas fuerte, mas dedicada, mas abierta, mas libre. Libre del miedo al fracaso, libre de la cobardía, libre de mis errores, libre de las inseguridades, libre de las culpas, libre del miedo al rechazo. Y se que me he tardado y se que me ha costado, pero también se que he hecho todo lo que he podido por mejorar. Y se también que esta es una lucha diaria. Una lucha sin tregua donde si pierdo mi determinación y voluntad, si aparece una flaqueza o si se cuela una inseguridad demasiado hondo, le estaré cediendo terreno a un pasado que me esfuerzo por no repetir.
¿Se imaginan lo fenomenal que seria no tener dudas? ¿No tener culpa? ¿No tener miedo? Pero lamentablemente, todos los tenemos...y lo que nos define como personas no es cuanto de ello tengamos, sino como lo enfrentemos.
Y se vale sentir miedo, porque nos demuestra que somos personas sensibles: lo que tememos es también lo que nos vuelve valientes; se vale dudar, si esto nos permite meditar nuestro siguiente paso, si hace que discernamos entre lo que esta bien y lo que esta mal; se vale llorar, mientras que las lagrimas nos limpien y se lleven lo que nos hace daño.
El dolor es inevitable
el sufrimiento es opcional.
Así que hace rato, cuando una de las personas que mas amo en el mundo me pregunto que me ocurría, no pude mentirle, y a decir verdad, tampoco quería hacerlo; quería contárselo todo y quería derramar una que otra hiriente lagrima que llevaba ya mucho tiempo dentro mio haciéndome sentir sofocada por el peso que contenían esas pequeñas gotitas de agua, sal y confusión; quería rendirme al sentimiento un momento y sacarlo de mi sistema; quería ser débil por un momento y dejar que me consolaran; quería sentirme segura pero me daba miedo pedir la comprensión que necesitaba y deseaba. Y lo mas curioso de todo fue que no necesite pedirla, y que lo que creía una debilidad se convirtió en la fuerza que necesitaba.
Mis queridos readers, tomen mi consejo en cuenta: cuando te sientas mal, acude a quienes te quieren, porque solo ellos tendrán la capacidad- aparte de ti mismo- de cuidar de ti y sanar tus heridas, de reconfortarte en un momento duro y de escuchar, callar y comprenderte.
Y en cuanto a lo que me dijeron esas personas, gracias. Gracias por tener esa opinión tan bella acerca de mi, gracias por inspirarme y gracias por ayudarme a aceptarla como mía, porque he luchado por ganármela toda ella a pulso. A todos ustedes:
Mis queridos readers, tomen mi consejo en cuenta: cuando te sientas mal, acude a quienes te quieren, porque solo ellos tendrán la capacidad- aparte de ti mismo- de cuidar de ti y sanar tus heridas, de reconfortarte en un momento duro y de escuchar, callar y comprenderte.
Y en cuanto a lo que me dijeron esas personas, gracias. Gracias por tener esa opinión tan bella acerca de mi, gracias por inspirarme y gracias por ayudarme a aceptarla como mía, porque he luchado por ganármela toda ella a pulso. A todos ustedes:
Estaré allí para tí, cuidaré de tí
Te estoy tan agradecido, no sabes cuánto.
-Take care, Drake ft. Rihanna
Con infinito cariño,
su escritora de sueños.
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