Vive amando sin morir de amor: arriésgate

Hola readers! ¿Que tal su día hoy? Ojala hayan sonreído mucho...y hayan hecho sonreír a los demás!! Pues les cuento que durante estas ultimas semanas ha ocurrido un cambio muy curioso pero muy fuerte en mi vida.
Cerré un ciclo y comencé otro. 
Pero no termine con cualquier ciclo...es uno de esos que se te mete hasta los huesos, uno de esos que te regala insomnios y te hace sentir fuerte y débil a la vez, de esos que la simple idea de dejarlo atrás duele, a pesar de la apremiante necesidad de hacerlo. ¿Y este nuevo? Hace que sienta que el pecho me revienta de lo rápido que me late el corazón, que se curven mis labios hacia su sonrisa y me haga sentir tranquilidad al tiempo que un torbellino arrasa dentro de mi...Y ambos ciclos tienen un común denominador: el amor. El amor que se va y el amor que apenas llega; el que hiere y el que sana....el que termina y el que comienza.


Y ese es el tema de esta entrada, mas allá de eso y mas importante aun, se encuentra el valor que se requiere para tomar y asumir los riesgos que conlleva, porque seamos francos: ¿quien tiene las cosas seguras cuando se trata de sentimientos? Por desgracia, nadie. 
Pero quienes parecen ser los mas afortunados tienen algo en común: ellos se arriesgan.
¿Tu te arriesgas? ¿Tu te vulneras ante esa persona? ¿Tu te permites sentir? Yo si.
Y no es fácil, no es nada sencillo quitarte la coraza que te protege de las cosas que puedan lastimarte, pero vale la pena aventurarse a ello. Aunque las palabras se atoren en tu garganta y sientas que las piernas no te sostienen...hazlo. No te garantizo que todo salga como lo deseas, recuerda que quien lo intenta tiene mas posibilidades de ganar que el que no lo intenta, porque este ya ha perdido.
Y te encuentres en la posición en la que te encuentres, quizá como yo ahora: arriesgándose pero sin saber aun que si tu amor sera correspondido, quiero que sepas que a todos nos pasa; lo que nos diferencia de los demás es como elijas afrontar el reto...de amar.
Mi consejo: déjate envolver y escucha a tu mente pero deja hablar al corazón.


El epilogo de cierto libro reza:
Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.
-Déjalo salir a raudales- decía-. Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.

Así que abre tu mente y tu corazón
 Y vive amando sin morir de amor
Con cariño
su escritora de sueños.

Comentarios

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